14 de julio de 2009, 06:51 PM
BUENOS AIRES (AFP) - Los ministros de Salud de seis países sudamericanos tratarán el miércoles en Buenos Aires el fuerte avance de la gripe porcina coincidiendo con el invierno austral, en especial en Argentina, que, con 137 muertos, pasó a ser el segundo país más afectado del mundo.
Uno de los objetivos de los jefes de las carteras sanitarias de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Uruguay y Paraguay será "avanzar en la armonización de medidas conjuntas para hacer frente a la pandemia", según un comunicado oficial.
"Urge coordinar acciones. Se requiere un amplio plan regional. La región debe compartir medicamentos e insumos para tratar a los enfermos", dijo a la prensa José Gómes Temporao, ministro brasileño de Salud.
El encuentro, que se realizará en el Palacio San Martín, el aristocrático palacio protocolar de la cancillería argentina, se producirá un día después del anuncio, por las autoridades sanitarias argentinas, de un incremento de casi el 50% de las muertes en tres días, de los 94 anunciados el sábado hasta los 137 de este martes.
Estas cifras convierten a Argentina en el segundo país más afectado del mundo en número de muertes, por delante de México (124) y por detrás de Estados Unidos (211).
La gripe porcina entró como un tsunami en la vida de los argentinos, al declararse un receso de un mes para casi 10 millones de estudiantes.
Aún así, en contraste con la semana pasada, cuando Buenos Aires fue una ciudad fantasma, se reabren los teatros, bajan las consultas hospitalarias y la gente se acostumbró a convivir con ciertas medidas de higiene, incluso limitando los besos entre amigos.
En Brasil, otro de los países representados en el encuentro, tres personas murieron por el virus, según los últimos datos oficiales de esta semana.
Entre los muertos figura un niño de nueve años que contrajo el mal por contagio de familiares que habían estado en Argentina, según una fuente de Salud reveló a la AFP.
De hecho, la primera víctima mortal en Brasil fue un camionero que había pasado una semana en Argentina. Hasta el viernes 10 de julio se contabilizaban 1.027 casos positivos en el gigante de la región.
En Chile se han registrado 25 muertos y 9.549 contagios, según el último reporte oficial del pasado sábado.
La epidemia es "la peor en 50 años", estimó la presidenta chilena Michelle Bachelet, aunque el ministro de Salud, Alvaro Erazo, precisó que se observan disminuciones en las consultas y hospitalizaciones.
En Bolivia se detectaron 555 casos con dos muertes, mientras que el Gobierno realiza vacunaciones masivas contra la gripe común.
Funcionarios públicos usan tapabocas en Bolivia, donde los principales espectáculos masivos requieren autorización y las clases están suspendidas.
La preocupación en Bolivia es que los laboratorios cuentan con poco personal y faltan reactivos para confirmar la enfermedad.
En Uruguay, el último informe confirmó 12 fallecimientos.
La directora uruguaya de Epidemiología, Raquel Rosas, dijo a la AFP que hasta el momento "el virus está totalmente expandido y prácticamente sustituyó a la gripe estacional, en un 80%".
El director Nacional de Salud de Uruguay, Jorge Basso, dijo que en su país hay "una gran prevalencia" de neumonías en personas jóvenes, fenómeno que se ha advertido también a nivel internacional.
En Paraguay hay tres muertos confirmados por gripe porcina, con 125 enfermos, aunque se reportaron otras 24 muertes por complicaciones de traumas respiratorios.
En todo el mundo, más de 100.000 personas se contagiaron de gripe porcina, de las cuales 440 fallecieron, según las últimas cifras de la OMS.
Ante este panorama, los ministros sudamericanos verán como garantizar el acceso a la tecnología y las vacunas necesarias para afrontar la pandemia.
La directora de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan, acaba de deplorar los privilegios de los países desarrollados en el acceso a la vacuna, en detrimento de los más pobres.